LOS VECINOS SIGUEN EXIGIENDO SU PARTICIPACIÓN

El pasado 29 de julio la sala de plenos del Ayuntamiento estuvo más concurrida de lo habitual. Una treintena de vecinos asistieron al debate plenario para, entre otras cosas, pedir explicaciones por las contestaciones recibidas sobre las alegaciones al PGOU. Algunos vecinos se quejaron de haber recibido el rechazo a sus propuestas por razones de diferencia ideológica, sin ninguna justificación técnico-jurídica. Como ya es habitual, se escucharon las quejas pero no hubo cambio de planes.

El Ayuntamiento sigue con su peculiar visión de la participación ciudadana y hace oídos sordos a las reclamaciones de los vecinos. Como medida de protesta, el día de San Juan varios vecinos escenificaron en Lantzarte las verdaderas intenciones que tiene el Ayuntamiento para la campa: la pasta. Como ya admitió el concejal socialista en el pleno de marzo, “se trata de una operación que económicamente le viene muy bien al pueblo para poder seguir adelante con otros proyectos ya en proceso”. Asimismo, durante las fiestas de Santa Ana y Santo Domingo, los vecinos volvieron a mostrar carteles de protesta contra el PGOU y su politica urbanística.

Por otro lado, esta semana se han publicado las profundas desviaciones de la auditoría externa realizada a las cuentas de Bizkailur, empresa pública dependiente de Diputación a la que el Ayuntamiento de Berango pretende vender Lantzarte. Bizkailur preveía obtener durante el pasado año unos beneficios superiores a los 3,6 millones de euros. Sus resultados, sin embargo, reflejan unas pérdidas cercanas a los 1,8 millones. Es decir, una desviación del 149%. La razón es que las previsiones se realizaron en plena debacle del sector inmobiliario y ahora resulta que tienen demasiadas casas "en stock" esperando ser vendidas. Esperemos que alguien tome nota y se deje de comprar suelo "a destajo".

A esto se le suma el informe publicado por el Banco de Pagos Internacionales (BPI), que estima una caída en el precio de la vivienda en España de algo más del 75% en los próximos 40 años, por el efecto contractivo sobre la demanda que tendrá el envejecimiento de la población.

Por su parte, comentar las repercusiones que podría tener para el futuro urbanístico de los municipios el nuevo rumbo que está tomando la política de Vivienda en Euskadi. Una de la líneas maestras del "Pacto Social por la Vivienda" de la nueva Consejería es que los adjudicatarios de una vivienda protegida en derecho de superficie puedan adquirirla en propiedad. Varios municipios ya se han quejado por lo que consideran una pérdida de los pocos recursos que tienen para gestionar el suelo municipal, ya que lo que antes pasaba a manos de los ayuntamientos , ahora pasará a ser propiedad de los adjudicatarios, que una vez pasado los 75 años podrán dejar la vivienda en herencia.

Esperemos que la Alcaldesa y su equipo de gobierno no sigan viviendo de espaldas a la realidad. Que tomen nota de la coyuntura económica y sus efectos, y sean capaces de reconducir una política urbanística salvaje que sólo puede ocasionar, como le ha pasado a Bizkailur, una gran deuda que acabaremos pagando todos los vecinos de Berango. Las alcaldías pasan pero el pueblo permanece.



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